Pesquisar este blog

sábado, 17 de setembro de 2011

Hay emociones que pueden matar y otras que te sanan

Entrevista:




Stella Maris Maruso



Tengo 55 años. Nací en Buenos Aires, donde vivo. Educo a personas que atraviesan crisis severas. Estoy casada y he criado cuatro hijos. ¿Política? Ayudar a los demás a vivir hasta el último instante. ¿Dios? No soy religiosa, soy espiritual: experimentar la trascendencia me sana.



¿Cuántos pacientes? Casi 30.000 en los últimos 30 años, con enfermedades de todo tipo, cánceres...


¿Cómo los ayuda? No tratando de no morir, sino de vivir hasta morir. De morir bien.


¿Qué es morir bien? Vivir hasta el último instante con plenitud, intensamente. Vivir más no es más tiempo, sino sentirte alegre por estar aquí y ahora.


¿Acaso no vivían antes de enfermarse? ¡Muchos agradecen que su cáncer les haya enseñado a ser felices, a vivir! La enfermedad es una oportunidad de enriquecerse.


Mejor que no llegue. ¡Pero llega! El dolor entra en todas las casas. ¡Y esto hay que saberlo! Deberíamos aprender desde niños que morir es parte de la vida, y a fortalecernos en cada contrariedad.


No nos lo enseñan, es verdad. Al no aprender a dominar la mente, vivimos arrastrados por ella. Eso es malvivir. ¡La mente es demasiado loca para confiarle tu vida! Confíale tus negocios, ¡pero no tu vida!


¿Por qué no? La mente va de excitación en excitación, te impide gozar la vida. Los médicos dicen que padecemos "síndrome de déficit de deleite": ¡no sabemos gozar de lo que nos da la vida! Yo lo procuro. Un 10% es lo que te pasa y un 90% es lo que haces con lo que te pasa. Cuestión de actitud. ¿Cuál es la mejor?Sentir pasión ante la incertidumbre de la vida, ante lo que sea que vaya a traerte.


¿Sea lo que sea? Sí. Los psiquiatras detectan que hoy padecemos de neurosis noógena: falta de responsabilidad y sentido de la propia existencia.


Pues sí que andamos mal. Sí, pero la ciencia vanguardista trae buenas noticias: acudiendo a tu interior puedes obtener todo lo que necesites, producir endógenamente todas las drogas analgésicas, euforizantes... ¡Puedes aprender a sanarte!


¿Y prescindir de la medicina? Hablo de la tercera revolución de la medicina: después de la cirugía y los antibióticos, llega la psiconeuroendocrinoinmunología.


A ver si me cabe la palabra en una línea.Es la disciplina que integra psiquismo y biología, tras treinta años de investigaciones de sabios como Carl Simonson, Robert Ader, Stanley Krippner...


¿Qué postulan? La interconexión del sistema nervioso central, el nervioso periférico, el endocrino y el inmunológico. Te lo resumo: ¡las emociones modifican tu capacidad inmunológica!


¿O sea que una emoción puede enfermarme?La angustia ante lo incierto, el miedo, la desesperanza, el remordimiento, la rabia... ¡Cada una tiene su bioquímica! Y es venenosa, es depresora del sistema inmunológico.


¿De un día para otro? La salud no es un estado: es un proceso, y muy dinámico. ¡Por tanto, siempre puedes reforzar tu salud si trabajas tus emociones!


¿Las trabaja usted con sus pacientes? Sí. Hay pacientes ordinarios, sumisos a creencias establecidas, y pacientes extraordinarios, que generan creencias sanadoras.


Creer que puedes curarte... ¿puede curarte? Hay un viejo experimento famoso: a cuarenta mujeres con cáncer de mama, el médico les contó que la quimioterapia las dejaría calvas. Luego, sólo suministró quimioterapia a veinte mujeres y dejó que las otra veinte creyesen recibirla...


Y no me diga que... Sí, sí: el 60% de las segundas quedaron tan calvas como las tratadas con quimioterapia. ¿Qué modificó la bioquímica interna de esas mujeres? ¡Sus propias creencias!


Inducidas por el médico. Lo que demuestra el enorme poder del médico. ¡El médico puede estimular con su actitud la capacidad autocurativa del paciente! Un hijo mío es médico: a él y a todos los médicos les ruego que jamás le digan a un paciente que su condición biológica es irreversible. Ese es el único pecado médico.


Pues hay diagnósticos que desahucian.Son condenas: matan más que el tumor. Acepta el diagnóstico que sea, ¡pero jamás aceptes un pronóstico! Jamás: si abandonas la esperanza de mejorar, de luchar por tu propia salud..., activas el suicidio endógeno.


Pero sembrar falsas esperanzas... ¿Falsas? A mi padre le pronosticó el médico tres meses de vida por un diagnóstico de cáncer de próstata diseminado al hígado. Trabajamos juntos con amor, relajación, meditación, nutrición... y al año no tenía células cancerosas. Vivió 18 años más.


¿Qué dijo su médico? "Milagro", dijo. Remisión espontánea. Desde ese día cerré mi empresa y me volqué a ayudar a otros como a mi padre. Y yo hoy vivo en la frontera del milagro: la remisión es un efecto colateral en enfermos que han abrazado las fuerzas de la salud, la vida.


¿Cómo han dado ese abrazo? Sintiendo que la enfermedad enriquece su vida y que morir no es un castigo, ampliando el círculo de lo que les importa y poniéndose al servicio con amor por la vida que nos traspasa, escapando de su cabeza y empezando a sentir: a reír, a llorar... Se han permitido asombrarse y han experimentado estados de trascendencia.


¿Qué entiende por trascendencia? Liberarte de tu historia pasada y del temor por la futura. La meditación ayuda mucho. Y eso cambia tu bioquímica: estás sano, ¡vives! Por el tiempo que sea, estás vivo.



El cáncer de su padre le enseñó cómo ayudar a miles de pacientes desde su Fundación Salud (www.fundacionsalud.org.ar), en Argentina, avalada por científicos de primera fila que la invitan a la facultad de Medicina de la Universidad de Harvard a participar en seminarios de curación espiritual (sic): por aquí aún no nos suena, pero ella me asegura que será el nuevo paradigma médico, en el que el paciente dejará de ser visto como una máquina estropeada que tenga que ser reparada o desahuciada. Esta señora entusiasta me enseña quetodo lo que como, pienso y siento va tejiendo mi salud, y que puedo aprender a tejer.


----------------------------------


....tentando elaborar a morte....


Aceitar a morte significa já ter aceitado a vida, pelo que eu entendo.... então aceito a morte. Isso não quer dizer que está tudo OK e ficamos OK quando alguém se vai... isso quer dizer que se estamos vivos já está ótimo! Gostar da vida não significa gostar da morte. Sem escorregar para o vazio das sensações, arrisco a dizer que "gostar ou não gostar" não parecem ser expressões que dão conta destas questões. Que bom que veio este texto... há algum tempo já enxergava as coisas por este ângulo e não dou mais crédito à medicina estritamente cartesiana ou à cura por forças inteligentes externas.... por isso que bato nesta tecla constantemente: precisamos mudar de vocabulário para suportar o fim da vida de maneira serena e estar em paz até o final. Por isso reclamo sem parar da situação doente, cruel e perigosa configurada em nossa época, como este vocabulário "religioso" totalmente atravessado no meio de nossas novas descobertas humanas. As antigas religiões cristã, muçulmana, judaica não dão mais conta do vocabulário de 2011. Hoje esta visão espiritual das coisas soa no mínimo mentirosa, pra não dizer criminosa, por forçarem um conforto espiritual ao doente, ao moribundo, ao magoado e ao que sofre, por caminhos que em todos os níveis do pensamento vão se deformar facilmente num labirinto em linha reta (Deleuze), na orgulhosa, solitária, individual e dolorosa, uma câmara escura e sem janelas chamada esquizofrenia da razão.

Não vamos ressucitar em outro plano, nem nunca ninguém conseguiu isto; nossa complexidade de ser vida não é compatível com tal façanha fantasiosa... Basta um olhar sensível ao redor! Espíritos falantes e pensantes não existem, nem tronos celestes, nem culpas, nem pecados, nem serpentes do mal... Vamos aceitar a maturidade intelectual e parar de pensar como uma espécie perdida, não sejamos mais uma espécie semi-acordada enquanto temos a chance de espelhar o universo itself. Já andamos muito para ficar remoendo isso. Devo lembrar que nossa espécie também é finita? Até quando ou até onde vamos levar este fardo? Acredito que a religião antiga vai sim atrapalhar, deixar o doente confuso, carregado de palavras vazias, cada vez mais distante do conforto do sol, da lua, da montanha, da floresta, do mar e das pessoas em volta, mais distante da vida real, da dor e da maravilha rara de poder ter nascido.

Falando em médicos, que bom que eles também têm seus momentos extremos, onde finalmente os convênios farmacêuticos são desautorizados, onde seus amados precisam se despedir e assim alguns entendem que verdade não existe, e que os procedimentos técnicos médicos também são resultados da crista da onda filosófica que se forma nesta ou naquela época. Alguns poucos entendem isso e vão enfim tratar de seus pacientes, cuidar deles até o fim. Se for o caso, até na auto-determinação de um paciente que não suporta mais a própria existência e quer morrer. http://www.baixarfilmesdublado.com/voce-nao-conhece-o-jack-legendado/ (Aí esta uma ótima história para se debater em cursos de filosofia do ensino médio ou quem sabe, se tiverem culhões, numa catequese! hehe)

Algumas pessoas insistem no ano 1000 da era comum, outros insistem no zeitgeist do século 19.... eu insisto na liberdade para chegar onde cada época nos permite chegar e não ficar furunfando em chagas antigas com fedor sulfuroso de éfezesios. Eu aceito a infinitude da vida e quero vivê-la até não poder mais, mas para ser coerente, também devo aceitar a morte. A morte precisa sair de um lugar mágico e misterioso. A morte não pode mais ser um mistério apavorante.

Já notamos que nos transformamos com a morte. E se pensarmos pelo seguinte raciocínio? "- Depois da morte, nossas partículas e nossa existência, por mais curta ou longa que tenha sido, enriqueceram o cosmoscaosmico e agora são partes constituintes do caudaloso infinito temporal..." E que outros continuem vivendo e morrendo. Vão continuar depois que nós formos, vão continuar outros humanos até que nem humanos mais existam, então vão continuar outros seres e coisas que jamais poderemos conceber. Não podemos conceber pois o que temos de real é nossa própria vida, nossa espécie, nosso tempo, nossa percepção, nosso entendimento acumulado e nossa morte... Para além disso, a compreensão nos escapa. Pelo menos é assim que minha idiossincrática percepção e cognição consegue elaborar neste momento. Estou aberto à Vida e à Morte e ao diálogo sobre isto, sobre Ela. E continuo pensando no assunto, até morrer... Mas este sou eu com meu infinito... yo no creo en brujas!

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -


leandro gaertner
Curitiba, 17 de setembro de 2011




PS: agradeço a indicação desta entrevista à Celine Gaertner, também presente em vários comentários deste blog sob o codinome "anônimo", ou então, "mami" ;-)